Los equipos de impulsión transmiten la energía necesaria para generar la presión que necesita un fluido para ser transportado a través de una instalación.
Su diseño y dimensionado se realiza en base a ciertas características de la instalación, como pueden ser el caudal, densidad y viscosidad del fluído, presión, temperatura de diseño y de operación, altura máxima de elevación, longitud y diámetro de las tuberías de transporte, y las pérdidas de carga de la instalación.
Los equipos de impulsión pueden generar presión positiva, empujando el producto hasta su destino o presión negativa, aspirando el producto hacia su destino.
En función de la cantidad de fluido a transportar, los equipos de impulsión pueden clasificarse en compresores y ventiladores. Los compresores son aptos para trabajar con grandes volúmenes de fluído sin necesidad de grandes incrementos de presión mientras que los ventiladores son aptos para trabajar con volúmenes reducidos a gran presión.
clasificación según la presión de trabajo
→ Baja Presión o ventiladores : hasta los 70 Pascales
→ Media Presión o soplantes: entre los 70 y 3.000 Pascales
→ Alta Presión o turbosoplantes: superior a 3.000 Pascales. entre 800 y 2500 mm c agua
→ Muy alta presión o turbocompresores: superior a 2500 mm c agua


grupos soplantes
EQUIPOS DE IMPULSIÓN QUE PROPORCIONAN PRESIONES ENTRE -1 y 1 bar
soplantes de desplazamiento positivo
→ Compresión (cociente entre la presión de salida y la de entrada): 4
→ Caudales entre 0.5 y 200 m3/min
→ Velocidades de giro: 1000 a 5000 r.p.m
→ Volumen constante
→ Presión de descarga variable
→ Variación del caudal o volumen suministrado variable con la velocidad de giro.
soplantes centrífugas y turbosoplantes
→ Equipos que útiles para conseguir aumentos apreciables de presión
→ Dada la baja densidad del fluido que impulsan deben actuar a gran velocidad de giro (1000 y 30000 r.p.m)
→ Consiguen razones de compresión de 3 a 4.5
→ Caudales comprendidos entre 30 y 30.000 m3/min
